Ganar es como una droga. Después de estar mucho tiempo parada y volver a entrenar un poco ya me veía bastante recuperada, incluso había subido al podio en todas las competiciones que había participado excepto en el C.España de Triatlón de Invierno, y quería intentarlo una vez más, en el Ironcat, después de ver el resultado de TTEE (aunque sabía que aquí Cristina no me lo pondría fàcil).
Era consciente que no tocaba hacer un Ironman, en medio de los exámenes de 2º año de Fisioterapia (entre los de «Esplacno» y «Fisiopatología del S.N.»), tocando muy poco la nueva bici, sin hacer ni una sesión de fuerza, ni cambios de ritmo (todo el año detrás de Uri, en la zona de confort), ni comiendo bien, ni mucho menos descansando, etc. vamos… un poco locura!
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Hace un año no me imaginé que estaría en la Ampolla para competir, pensaba que volvería pero en categoría «supporter”, de Oriol Palau, y aquí estoy, inscrita en el último momento, a lo loco, dando mal ejemplo a otros deportistas.
Pero al final he aguantado el sufrimiento de un Ironman y con recompensa de un 1r puesto en el C. Catalunya de Triatlón Larga Distancia!
Ha sido una carrera muy dura, el triple que hace un mes en el Doble Olímpico de TTEE, tanto física como mentalmente. Pero seguramente he podido aguantar la competición, hasta el final, gracias a la experiencia compitiendo (más de 30 MDs y 10 LDs), mi gran capacidad de sufrimiento, que conocía las “rivales” y el terreno.
Contenta por mi podio, pero aún más por mis 4 pupilos que han acabado también (Miki, Uri, Hugo y Juan) y por supuesto, repitiendo el fin de semana en la Ampolla con los amigos, triatletas, la familia y pareja.
¡Tenía el triatlón olvidado! Después de un año y medio muy ajetreado con la universidad, el trabajo, las mudanzas, sin vacaciones y el accidente de moto, tenía que buscarme un objetivo que me motivara, para moverme un poco, así que me decidí por el Triatlón de Invierno de Ansó: 7km a pie + 20km de subida en BTT + 10km esquí de fondo.
Es una modalidad en la que había competido en mis inicios (llegando hasta un 3r puesto del Cto de España ’12), pero la dejé de lado al centrarme en la larga distancia.
Después del domingo entendí porque a partir del 2012 cambié la corta distancia y triatlones de invierno o cross, por la media y larga distancia. Estas competiciones de menos de 3h son muy duras! Y más si una va «floja», con una BTT prestada, sin cera en los esquíes y encima apuntada en élite 🙂 Igualmente contenta por conseguir el objetivo de encontrar un hueco al día para entrenar estos últimos 3 meses, y también contenta con el resultado (11a).
Por ahora… digo que no repetiré! Porqué un triatlón blanco es más duro que un IM. Así que espero acordarme del sufrimiento (por el esfuerzo y por el frío), cuando se me pase por la cabeza volverme a inscribir.
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Espero escribir alguna crónica más este año, pero la siguiente ya a 35º, eh?!
Como vimos en los otros posts (1, 2), si se controla la intensidad de las sesiones con la ayuda de un medidor de potencia (W), se optimiza el entrenamiento.
En competición, utilizarlo por ejemplo durante el segmento ciclista de un triatlón, ayuda a controlar exactamente el esfuerzo y permite saber tanto la potencia que se está desarrollando, como cuál es la óptima y durante cuánto tiempo se puede mantener.
En triatlones cortos, triatlones con dráfting o cicloturistas, será útil para regular la intensidad en puertos de montaña, si se va delante del pelotón o en sprints inesperados.
En triatlones sin dráfting o de larga distancia, cobrará mayor importancia y servirá para dosificar bien el esfuerzo y mantener la intensidad deseada. También se usará para hacer una previsión del tiempo que se destinará en este segmento, y por lo tanto, poder hacer un buen cálculo nutricional.
Posteriormente, en cualquiera de los casos, con los datos obtenidos se podrá analizar la competición con más detalle.
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Antes de todo, cabe destacar la utilidad de un software para prever el estado de forma del triatleta mediante el TSB y CTL (visto en el artículo anterior), para garantizar que el deportista llega a la competición en condiciones óptimas y favorables. Es decir, con valores de TSB positivos, entre 5 y 20, para competir en cualquier distancia. Y superior a 90 CTLs para afrontar un triatlón de larga distancia.
Otros datos que pueden ser de interés para calcular y realizar un buen segmento ciclista, considerando que después se quiera hacer una buena carrera a pie, son: la curva de potencia crítica (CP), el índice de variabilidad (VI) y la previsión de la carga (TSS):
1. En la curva de potencia crítica (CP) vemos que en el eje horizontal se muestra el tiempo y en el eje vertical los mejores datos de potencia registrados para cada tiempo, mostrando la fecha en que se produjo el registro.
Estos datos permiten ver cambios en el estado de forma del deportista, y lo más importante, permite saber con precisión cuál es el mejor registro de potencia en cualquier duración del esfuerzo. Por lo tanto, se puede observar la tendencia y punto fuerte del triatleta: si es buen escalador, o sprinter, o de fondo, …
–> Ejemplo 1: esta es mi curva, con poca CP en 1′ en comparación a las 3h, donde se pueden intuir mejores resultados en larga distancia y que debería trabajar la potencia máxima si quisiera competir en corta distancia.
–-> Ejemplo 2: Oriol Palau con mejor CP en tiempos cortos, con lo que tiene aún más margen de mejora en largas distancias.
Como es de suponer, cuantas más actividades con datos de potencia se carguen al software, más ajustadas serán las conclusiones que se podrán extraer.
A efectos prácticos, esta curva nos puede servir para planificar y regular la intensidad de los entrenamientos y competiciones. Por ejemplo: Conociendo el perfil y sin haber recorrido el mismo circuito del segmento ciclista de un triatlón de media distancia (90km) donde hay un puerto de unos 20’, se buscará el mejor registro de potencia durante 20’ (270w supongamos). Este dato servirá para regular la intensidad del esfuerzo en esa subida teniendo en cuenta que si superamos mucho esa cifra durante los primeros minutos, es muy probable que, debido a la fatiga, obligue a bajar mucho el ritmo del triatleta.
2. El VI es un indicador de la variabilidad de potencia de un ciclista o triatleta durante un entrenamiento o competición en concreto (Coggan, A.). Es el ratio de la potencia normalizada (NP) con la potencia media (Avg), donde un valor 1 significará que la fuerza aplicada es uniforme. Es por ello que tomando como ejemplo un triatleta que ha realizado un segmento de ciclismo con un VI cercano a 1.00, si lo ha hecho con una cadencia entre 80-90rpm y un IF de 75%, supondrá una utilización uniforme del tipo de fibras musculares, en este caso lentas, y por tanto se utilizan los lípidos como sustrato energético más que el glucógeno, retrasando así el agotamiento de las reservas hepáticas o musculares, cosa que le beneficiará posteriormente el segmento de carrera a pie (Howe, C.).
Es por ello que los triatletas profesionales de larga distancia que afrontan con éxito el segmento de carrera a pie, acaban el segmento ciclista con un valor de 1,00-1,10 aproximadamente, en circuitos ciclistas sin mucho desnivel positivo (Coggan, A.).
–> En la imagen se observa un VI 1.00 en el segmento donde se pedaleó a 218w NP y 217w de media.
3. Por último, la cuantificación de carga de una sesión o de un segmento. Cabe recordar que se calcula principalmente usando dos factores: duración e intensidad. Nunca ha sido tarea fácil cuantificar la carga y es por esto que diferentes autores proponen sus fórmulas: Trimps, ECOs, RPE, KCAL, TSS, etc. Como en otras veces, me voy a centrar en este último, los TSS.
TSS = formulado por Coggan, combinando el tiempo del entrenamiento (seg.) y la potencia normalizada (NP) en relación al umbral funcional (FTP) del triatleta. Coggan partió de la idea de que hacer una contrarreloj de una hora al máximo, suponía 100 puntos. Y desde ahí, se calculan las demás puntuaciones: TSS = (sec x NP x IF)/(FTP x 3600) x 100, esta es la original, aunque yo utilizo esta más corta: TSS = H*(IF^2)*100 que da lo mismo si se ponen bien las horas (ej. 3:30 serían 3,5h no 3,3h)
El entrenador o mismo deportista deberá “escoger” la carga o estrés del segmento, estableciendo los TSS según su experiencia y nivel de rendimiento. Las siguientes tablas pueden ayudar a la planificación de la competición*:
Para triatlones de media distancia: 180 TSS aprox.
Para triatlones de larga distancia: 280 TSS aprox.
Tablas creadas por Andrew Coggan. Muestra a qué intensidad se debe realizar el segmento ciclista en triatlones de media y larga distancia. Los TSS son el resultado de combinar el tiempo estimado en el segmento de ciclismo (90km o 180km) (eje vertical) y el % del umbral funcional de potencia (eje horizontal).
A partir de la tabla y el tiempo estimado en el segmento de ciclismo (se estima previamente mediante los w/kg y el IF que puede obtener el triatleta), se calcula el IF o el % del umbral funcional al que debe competir.
*En ambos casos: dentro de la zona zona verde, gris o amarilla para la mayoría de amateurs; o naranja para los triatletas más experimentados. No se debe competir dentro de la zona roja ya que afectaría negativamente a la hora de afrontar el último segmento de carrera a pie debido a la descompensación aeróbica que se generaría.
En la siguiente imagen se observa un segmento ciclista completado tal y como se había planeado: 270-280 TSS para los 180km al 73-75% (gracias a la tabla) y entre 4h48’ y 5h11’ (mediante “Best Bike Split” , previsión de Viento “Wind Gurú” y un test de CdA)
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Después de la competición, mediante los datos de potencia y pulsaciones, se puede analizar el segmento y relacionar los diferentes datos con el rendimiento que ha tenido el triatleta tanto en el mismo segmento ciclista como en el segmento de carrera a pie.
Si el triatleta ha sobrepasado los TSS planeados (por una mala previsión del IF, calculo erróneo del tiempo parcial, o debido al viento), o hay una deriva cardíaca superior al 5% (por una mala alimentación, deshidratación, o simplemente fatiga neuromuscular), o si el deportista no ha mantenido una fuerza constante (V.I), seguramente no habrá respondido tal y como estaba previsto en el segmento final de la prueba.
Esta imagen da un buen ejemplo:
Y en la siguiente, otro con todos los parámetros fuera de rango con un abandono posterior en la carrera a pie a pesar de no excederse de los TSS previstos.
Concluyendo…
Un medidor de potencia es un elemento clave para regular la intensidad del esfuerzo en competición. Cuando se conoce conprecisión el umbral en vatios, seráuna muy buena referencia paraafrontar subidas largas o para regularen una competición. Permite saber con bastante precisión hasta dónde se puede apretar sin tener consecuencias en la posterior carrera a pie.
Me despido con la manita: diciendo hasta pronto y con el nº número 5.
Me “despido” después de 5 años compitiendo en larga distancia
Con 5 “ironmans” (3,8+ 180 + 42,2k ) de diferentes “marcas”
Más 5 “LDs” (4+120+30) completados, en mejores o peores condiciones
Con la experiencia previa de 5 años más en el triatlón de corta distancia (en JN y Sub23)
También el 5 por los últimos resultados: un 5º puesto en el Campeonato de España de Media Distancia (Valencia) y otro en el de Larga Distancia (Ibiza)
Debería dar las GRACIAS a muchísima gente, pero no cabría en esta entrada! Ellos saben que me han ayudado…. Han sido muchas marcas que han colaborado, tiendas que me han ofrecido descuentos, clubs que han reducido mis gastos, amigos que me han estirado para entrenar y grandes “supporters” para el día de las competiciones.
Por si alguien tiene curiosidad o por si algun día me apetece recordarlo, a continuación dejo por escrito un breve resumen del triatlón de Ibiza ’16.
Mi estado de forma no era el mejor para disputar un Cº de España y ni mucho menos mejorar el puesto del año pasado, demasiadas piedras en el camino que me impidieron entrenar lo que tocaba (motivos físicos + personales + laborales + universitarios), así que mis espectativas no eran muy altas, pero aterrizaba a Ibiza super tranquila, sin presión y con muchas ganas aún sabiendo que se me haría duro. Así fue:
Natación:
8h de la mañana, aún no había salido el sol, sin neopreno (los élite), con unas olas que solo los del norte están acostumbrados a esto y 4,2km (¡mínimo!) por delante.
Solo empezar ya vi que me faltaba un puntito (¡o dos!) para seguir a las primeras chicas, me junté con Alba y fuimos juntas, haciendo eses los 2 primeros km. A partir de ahí ya se veía algo, perdí el miedo y me separé intentando ir lo más recto posible porque tenía los brazos cansados y empezaba a calarme el frío.
T1:
Que debería haber sido fácil y rápida, sin tener que pelearme con el neopreno, pero me encuentro el casco tirado por el suelo, con la visera suelta y los calcetines por ahí… minutos que iban sumando.
Bici:
Sabía que sería una sorpresa, el año pasado fui a 175w, esta vez esperaba poder ir al ritmo “Ironcat”, 155w, pero tuve que conformarme con 145w. Esto suponía bastante más tiempo sin un aumento en la ingesta energética (tomé 6 geles roctane + 2 barritas 65gr + 1,8l de líquido).
T2:
Sin incidencias y según lo previsto
Carrera a pie:
Porque estaba casi todo asfaltado, si no le hubieran llamado carrera de montaña, este año se subía 6 veces al casco antiguo, era un circuito muy rompepiernas, algo peligroso por los giros cerrados y adoquines, confuso y además muy mal señalizado. Tan mal nos indicaron los pobres voluntarios que en la primera media vuelta nos mandaron unos cuantos para el castillo en vez del puerto, cuando me di cuenta me estresé un poco, lo notifique cerca de la meta, hablé con Gorka, también con los voluntarios que controlaban el giro conflictivo y me dijeron que recuperara el trozo que no había hecho, así que lo pude solucionar y en la segunda vuelta ya volvía a estar en carrera, en la posición que me tocaba. Se me hizo eterna, entre que tenía la misma sensación de fatiga que en la maratón de un IM y el dolor de pies, quería llegar pronto y saber si me habían descalificado o no a pesar de haber hecho los 30km.
Acabé después de 7h50’, 1h más tarde que el año anterior, pero no podía esperar mejor resultado, así que contenta de de cerrar una buena temporada y con esta, una etapa como triatleta. No me pondré el “trimono” en un tiempo pero si que espero estar animando a mis pupilos en muchos triatlones.
Esto del triatlón olímpico nunca se me ha dado demasiado bien, yo siempre digo que es otro deporte si lo comparamos con el triatlón de larga distancia, es cierto que todos los triatletas pasamos por esta distancia y más si empiezas de «joven», al no permitirse la participación de júniors en LD (¡por suerte!), en los triatlones cortos se coge mucha experiencia y al no fatigar demasiado se puede competir más a menudo que en MD y LD.
De hecho, si estás en un club federado que busca puntuar para la liga, los haces todos! Por suerte, esta temporada sigo con los Saltoki Trikideak que me dejan hacer las que quiero, las que me encajan en el calendario. El Cto España de OL, aunque no sea mi favorito, nunca me han eliminado y iba a ir a Banyoles, que me cae relativamente cerca, por si el club necesitaba una chica de reserva.
7.45 recojo mi dorsal (19), preparo la bici y me pongo los tatoos
8.00 se presenta la regla, que buen momento :_(
8.15 dejo todo en boxes, unos boxes de lujo!
8.30 me encuentro con Gorka y Pablo, me informan de que en vez de 6 chicas vamos a ser 3, cosa que ya cambia la estrategia y cambio un poco el chip*
8.45 algunas calientan, yo prefiero ver el lago des de la orilla y no coger frío al salir
9.00 cámara de llamadas
9.15 «triatletas, a sus puestos», se hace el silencio… y a nadar!
*Al principio fui con la idea de pasar un buen domingo en Banyoles, intentar llegar a la carrera a pie sin ser eliminada aunque no me preocupaba mucho si me doblaban porque iba cansada de los entrenamientos y me encontraba muy mal pero al ser solo 3 chicas pasaba a ser una triatleta de reserva a una necesaria para puntuar.
N: Me faltó chispilla pero me lo pasé bien, siempre es agradable nadar allí y con solo 80 chicas
T1: Correcta, sin prisa pero sin pausa
B: Cogí un grupito y nos esforzamos casi todas para que no nos pillara el grupo de cabeza, lo conseguimos, pero 20 fueron eliminadas y entre ellas estaba Natalia (del club) así que ya no puntuábamos. Disfruté mucho en este sector, salir con los Eroicians los viernes me ha ayudado a mejorar esto de ir a rueda, me faltaron vatios pero en los tramos sinuosos me ponía delante para no frenar y coger bien en las curvas, a muchas chicas les falta algo de habilidad.
T2: Sin prisa y con pausa.. llegué sobre la 35 y salí la penúltima, me tomé un gel GU y me puse hasta los calcetines!
C: Ya no puntuábamos, no me venía de correr en 42, 45 o 50’… correr «rápido» solo me iba a fatigar más y luego recuperarme peor así que feliz por ir la 2a… 2a por la cola jiji. Fui avanzando algunas posiciones hasta encontrar a Laura, la otra chica del equipo y fuimos juntas hasta la meta.
No es lo más recomendable volver a competir después de un triatlón de larga distancia, aunque algunos «pros» lo aguanten, yo lo había hecho en ’11 pero ni me acordaba de lo duro que era! Un «half» ya es durillo como para ir con «resaca»… 15 días habían pasado del Ironcat pero bueno, Valencia113 estaba en mi calendario, el año pasado me gustó, el club (Saltoki Trikideak) contaba conmigo y yo tenía la esperanza de haber recuperado bien, así que iba con ganas.
<< el resto de la tropa, el éxito estaba asegurado >>
7.32: bocinazo de salida, al momento desaparecieron Maria Pujol y Esther, nos juntamos Núria, Mabel y Yo para afrontar una natación movidita, larga y sin neopreno.
8.04: t1 algo lenta? porqué Núria y Mabel ya estaban pedaleando cuando salí, así que iba la 5a. La idea era ir por lo menos los mismos vatios que el año pasado (167w NP) pero me era muy difícil, ¿aún llevaba el «tempomat» del IM a 155-160w? y en vez de ir cada vez a mejor iba a peor, hasta que mis piernas dijeron «basta» en el km 50 aprox. Cuando llevaba 2h de competición estaba fundida y no era por la ingesta (me tomé mis 6 geles GU roctane y 1 barrita), tenía ganas de bajarme a correr y recuperar en el último sector.
10.31: era la 4a chica que entraba a boxes, después de dejar la bici me pongo a «correr», en el primer km tuve malas sensaciones (4.15), que no me suele pasar pero espero 1km más a ver que tal, y fui a peor (4.26)!! sabía que estaba perdida, los siguientes 19km iban a ser muy duros… por suerte no había escapatoria al ser un circuito de una sola vuelta. Solo pensaba en acabar, en retirarme también, claro! pero luego me hubiera arrepentido, así que pasito a pasito iba restando km, me pasó Lucía a falta de 4 pero ni me inmuté, solo sabía que volvía a estar en 5a posición y creía que no podía avanzar más rápido. Quedaban 700m cuando vi un puntito verde (Alba) que se acercaba rápidamente y allí gasté toda la chispa que me quedaba: últimos 2-3′ a 4’05/km y por fin se acabó.
12.05: después de 4h37′ paré el crono, entrando la 5ª y con un sabor agridulce, más que por la posición o los ritmos (¡hubieran podido ser peor!), por las malas sensaciones y los dolores: la fascia de un pie que no quería tocar más el suelo y las dos cintillas quejándose.
<< y repetimos un año más en el cajón más alto del podio por equipos >>
La frase anterior y la siguiente foto lo resumen todo.
Y hice una previa a esta competición, así que hay poco que añadir, sólo decir que salió casi todo bien, sin ningún problema mecánico y buena meteo, el cuerpo respondió mejor de lo esperado a pesar de la tortícolis (dichosos nervios…). Así que estoy muy contenta, por la victoria, por conseguir el récord de la prueba y por el deseado sub10 (9h34′), pero sobretodo porqué todo el «sacrificio», tanto en los entrenamientos como en el día a día, de estos últimos meses ha valido la pena.
Hay cosas que no se ven strava, cosas que se «sufren» en solitario, pero cuando consigues el resultado que esperabas se ve compensado, cuando no… pues te cagas en todo, porqué engañarnos! Y son detalles que deberían conocer todos los que se inscriben a un IM sin pensarlo mucho 🙂 Además de pagar una pasta…:
toca cuadrar las visitas familiares en los días que no triplicas sesiones
aplazar las citas con amig@s «no triatletas» para el único mes que «descansas»
pasas más horas en la piscina que el mismo socorrista
si llueve mucho.. puedes llegar a batir el récord de horas seguidas encima el rodillo
hay cenas con los colegas que te quedas sin probar la pizza proque al día siguiente toca entrenamiento en ayunas
o al revés, pides arroz hervido para cenar en vez de unos deliciosos calamares porque toca competir en unas horas
rezas para que la regla no te coincida con las competiciones importantes (chicas)
te hartas de los polvos, pero los de bote! que si el isotonico, los HC, la proteína, la glutamina, …
puedes llegar a tener más geles en la despensa que latas de atún
le dices al mecánico que no corre prisa, que mañana a primera hora esté lista para salir a entrenar.
no poder hacer el café/birra con la «grupeta» porqué después de la bici toca transición
lo primero que haces al despertarte no es darle un beso a tu pareja si no ponerte el pulsómetro para ver el pulso y la hrv
la melatonina en la mesita de noche, preparada para cuando no se concilia el sueño debido a ese dolor de patas
vas a la montaña y te sientes un «pixapí»: un paseo corto o incluso coges el teleférico para evitar «agujetas»
no gastas en ropa, no! pero porqué no das abasto con el casco, el bidón, los pedales, … todo aero, claro
tampoco en zapatos de vestir porqué las de correr se gastan antes
buscas los neumáticos más baratos para el coche, pero los tubulares de la TT que sean los mejores
y ese frío que hace en invierno! evitas tomar algo en una terraza pero si toca bici, ahí si, pedaleando en la carretera aunque notes los dedos medio cangrenados
Y podría seguir… pero ahora desconectaré de todo esto unos días, para cargar pilas y seguir con lo que queda de temporada, en nada vuelvo a publicar. Próxima parada: Valencia 113 – Cto. España MD
Nunca he sido muy estable, en cuanto a rendimiento, en una temporada entera. Tengo «altos» y «bajos» (como se ve en la gráfica), suelo tener dos picos de mejor forma al año, donde rindo mejor algo mejor que otros meses, intentando que coincidan con los dos objetivos principales, claro! Y en esta temporada, bajo las órdenes de Carles, pues lo mismo.
Este half no era un gran «objetivo», y aunque no me guste mucho participar en competiciones sin estar al 100%, además de los dos C. España de Duatlón (Orihuela y Cerdanyola), fui a Elche para intentar puntuar en la Copa de España . Me arriesgué y no salió muy bien, no me sirvió de mucho y ahora no lo repetiría porqué para hacer 12h de viaje, competir mal y acumular más fatiga… otra vez me quedo en casa, pero de todo se aprende 🙂
Aún así, siempre intento sacar algo positivo: ya tengo la bici a punto («itv» bien pasada en Eroicians) para las próximas carrera, fui a un triatlón muy mítico que tenia pendiente y conocí la playa de Elche (los Arenales del Sol), con su viento, sus dunas, sus escaleras y sus cuestas… bff que duro!! Después de varios meses volvimos a encontrarnos muchos triatletas tanto de Catalunya como del Club. Y además, tuve la suerte de que esta vez me acompañó mi hermanita, que no había visto nunca un triatlón, flipó un poco: «¡como tanta gente paga para participar, se levanta a las 5 y están horas sufriendo!». Y decir que la organización de a300w una vez más fue impecable, solo me faltaron unas duchas, los lavapiés de la playa un poco incómodos.
Ahora, toca pasar página y con muchas ganas de que llegue el fin de semana, participar en mi querido Doble Olimpico TTEE y disfrutar del postmeta con los amigos de Tarragona 🙂
Después del mundial de Belfort (’13) no me imaginaba que repetiría en duatlón de larga distancia, se me había olvidado un poco lo mal que lo pasé allí? Pues parece que si… porque este año me apunté al de Orihuela, por si los «Trikideaks» necesitaban apoyo de chicas.
En cuanto se iba acercando la fecha, más pereza me daba pero no había vuelta atrás, me sentía un poco cansada de los entrenamientos, con más molestias en los pies de lo habitual (la fascitis que no se va…) y con nada de motivación al ver las pocas posibilidades de competir ya no digo bien, sino decentemente… pero yendo de reserva iba sin presión, muy tranquila.
A las 8.30 aún estábamos en el bar, «calentando» porqué en cuanto salíamos nos congelábamos! A las 9:05h, después de esperar un buen rato en cámara de llamadas, salimos a por los primeros 16km.
A pesar de ser de las más lentas, corrí algo más rápido de lo que me imaginaba (a 4.20 aprox. y al 91% FC), porque no había entrenado aún ni tanta distancia ni tan «rápido»! Así que al llegar a boxes, esta vez no tuve problemas para encontrar mi bici, estaba prácticamente sola en la barra.
T1 rápida y a pedalear, pero no podía dar vatios, estaba muy fatigada muscularmente, las ppm ni subían. Al menos el circuito era bonito y ondulado, con algo de aire. En tres partes nos cruzábamos con l@s otr@s duatletas y podía ver la distancia que me iban sacando (mucha!), yo pensaba que ya no entraba en el tiempo de corte (20% respecto la 1ª) pero en el km 30 veo a Mayte Arraiza con la rueda pinchada y me dice que tengo que acabar para puntuar. Qué agonía, yo que pensaba que ya me libraba de la última carrera a pie… pues a continuar, que me quedaban 35km, a mi ritmo de «verano azul», hasta la T2.
Empiezo a correr pensando que en vano, no sabía si entraba o no… pero me dicen que si, así que vuelvo a coger mi ritmo de crucero (4.20) hasta el final.
Cruzando meta después de 4h01′, puntuando y quedando 2as por equipos.
Si tengo que buscar el lado positivo: me gusto bastante Orihuela para competir (en tri mejor!), se parece a los monegros pero sin mosquitos jiji (y yo soy una enamorada del Monegrosman LD), y la organización de a300w (gracias Ximo!) muy buena. Al final paella + fideuá para todos y muy buen ambiente. Un fin de semana más disfrutando con los compañeros del club y demás triatletas de todo el país.
Hace unos días se publicó en «Triatlón Noticias» el calendario competitivo de algunas de las triatletAs, entre ellas estaba el mío, así que en principio no presento nada nuevo, y espero… espero no liarme más con esta nueva (y última?) temporada, pero si no pasa nada, la previsión es la siguiente:
La verdad es que hacía tiempo que no competía tanto pero tengo ganas y quiero aprovechar este 2016 antes de «retirarme» o tomarme un descanso, bueno… esto lo digo cada año, pero creo que este va en serio!, pues son muchas horas y gastos dedicados exclusivamente al triatlón y a mi me gusta hacer muchas cosas, a veces no son del todo compatibles si se busca rendir al máximo (¡dentro de las posibilidades!).
Tampoco digo que no aparezca en alguno el año que viene (como en mi favorito D.O. TTEE ) para quitarme la espinita y reencontrarme con los triatletas, pero las prioridades cambian, y en 2017 no quiero pasar tantas horas en remojo o encima la bici, espero seguir «creciendo» como entrenadora, que también me gusta mucho!
Y si que tengo ganas de seguir haciendo deporte, pero sin forzar y sin dolores (reconozco que soy muy «pupas»); quiero dejar de preocuparme cuando los compromisos de fin de semana no me dejan entrenar; o ver los triatlones desde el otro lado; me apetece ir de vacaciones y viajar sin las zapatillas de correr en la maleta; echo de menos la montaña, quiero volver a pisar más piedras y caminos como hacía 10 años atrás, antes de que me «liara» Pitu, del C.N.Reus Ploms, para competir cada fin de semana (en duatlón, triatlón, acuatlón, carretera, cross, invierno, corto, medio o largo…) aunque le estaré eternamente agradecida, igual que ahora con Gorka y el Saltoki Trikideak porque me tratan muy bien 🙂
Me gusta mucho, muchísimo, este deporte del triatlón, pero a mi me gusta competir y salir con un dorsal, casi siempre, intentando hacerlo lo mejor posible y buscando una pequeña mejora respecto al año anterior. Por esta razón siempre me ha compensado, no me ha importado sacrificar otras cosas para intentar superarme un poquito temporada a temporada, aunque haya habido algunas mejores que otras, pienso que lo he conseguido y sigo con ganas de darlo todo en esta que empieza.
Así que de momento, pienso en disfrutar día a día y en cada uno de los entrenamientos que me manda Carles Tur (¡me encantan!). Luego, que salga lo mejor posible en cada una de las competiciones elegidas, tanto para mi misma como para agradecer a los colaboradores (Free Free Food, Emili «Trifitting» , Gu y 2XU ) su ayuda incondicional.