Podríamos responder a la pregunta formulada en el título en tan solo dos frases, no obstante, nuestra intención no era dar la respuesta inmediatamente, sino ofrecer información al lector para que este, al finalizar la lectura, tenga los argumentos principales como para comprender la importancia de realizarse una estudio biomecánico. Empecemos!
¿QUÉ ES LA BIOMECÁNICA?
Según la RAE, la biomecánica es el “estudio de la aplicación de las leyes de la mecánica a la estructura y el movimiento de los seres vivos”, dicho en otras palabras y aplicándolo al ciclismo, es el estudio del movimiento mecánico del cuerpo de un ciclista en un ciclo de pedaleo.
Para describir mejor qué factores condicionan este movimiento, he querido clasificarlos como estables e inestables según si pueden ser o no modificados a lo largo del tiempo y más concretamente entre dos estudios biomecánicos con el mismo ciclista y bicicleta.
¿CÓMO INFLUYEN LOS FACTORES ESTABLES?
Según lo explicado anteriormente, existen factores estables que condicionan el movimiento y la posición del cuerpo de un ciclista en un ciclo de pedaleo: la bicicleta, sus componentes y el mismo cuerpo del ciclista. Veamos un poco más:
- La geometría del cuadro de la bicicleta: Cada marca ofrece un amplio catálogo que clasifica las bicicletas según la finalidad: montaña, carretera, triatlón, TT, ciclocrós, etc. Para cada finalidad existen categorías, como por ejemplo, en el caso de las BTT hay de rally, enduro, descenso, etc. Dichas categorías, determinaran la geometría del cuadro de la bicicleta. Además, incluso escogiendo una categoría, vemos que las diferentes marcas no fabrican cuadros con la misma geometría. Por lo tanto, podemos afirmar que cada modelo es único.
- La talla y los componentes de la bicicleta: Según el modelo y debido a la geometría del cuadro, las marcas configuran cada modelo con unos componentes (potencia, bielas, tija y manillar), características de los cuales (longitud y angulación, principalmente) vendrán determinadas por la talla de la bicicleta. La talla, además, difiere entre modelos y depende de la altura y la longitud de entrepierna, principalmente. Para solucionar esto, la mayoría de fabricantes facilitan una guía de tallas para que el ciclista escoja una en función de dichas medidas corporales. Resumiendo: dependiendo de la finalidad, categoría, geometría y talla, el fabricante nos entregará la bicicleta con unos componentes que ofrecerán al ciclista tres puntos de contacto absolutamente determinantes en la biomecánica: pedales, manillar y sillín. Además, las características del sillín (finalidad, anchura, longitud, mullido, material, forma, tiempo de uso, etc.) también serán de mucha relevancia en la posición que adoptará la pelvis de manera natural encima de él. Un estudio biomecánico hará que el experto en biomecánica configure y en algunas ocasiones substituya estos componentes para obtener el ajuste óptimo para cada individuo.
Geometria de la Canyon Aeroad CF SLX
- El ciclista: No obstante, no todo aquel que tenga el mismo modelo y talla de bicicleta, significa que tiene la misma longitud de brazos, ni longitud de pie, ni anchura de hombros, ni flexibilidad de la cadena posterior. Este último, es un factor clave en la configuración final de los tres puntos de contacto anteriormente mencionados. Las lesiones, limitaciones funcionales, discapacidades y asimetrías de un ciclista condicionan la biomecánica, deben ser considerados durante el estudio y afectan sin duda alguna en la configuración final. Por último, el sexo del ciclista será determinante en la forma en la que el ciclista apoya la pelvis en el sillín, teniendo más posibilidad de rotación los varones por la disposición de los genitales.
¿Y LOS FACTORES INESTABLES?
Entendemos como factores inestables aquellos que son intrínsecos del ciclista y pueden ser distintos entre dos estudios biomecánicos, como por ejemplo, la experiencia, el estado de forma, el peso e incluso las posibles y mínimas variaciones en la flexibilidad de la cadena posterior del ciclista respecto a un estudio anterior (factor anteriormente citado como estable porque lo consideramos poco “entrenable”). También consideramos como factores inestables y extrínsecos aquellos que pueden variar entre diferentes actividades, como por ejemplo la meteorología, el terreno por donde se rueda, la intensidad de la actividad e incluso las limitaciones psíquicas del ciclista.
Durante un estudio biomecánico, se tienen en cuenta todos los factores estables porque son los que siempre condicionan el movimiento y lo hacen de manera constante, pero también se tienen en consideración los inestables e intrínsecos al ciclista.
Y POR FIN, ¿POR QUÉ Y CUÁNDO DEBO HACÉRMELO?
Bien, ordenando un poco la información, os contestaré el “¿por qué?” realizándoos otra pregunta: ¿qué ocurre si nos ponemos a pedalear en bicicleta sin tener en cuenta todos los factores estables e inestables mencionados anteriormente? Encontramos fácilmente la respuesta: nuestra salud, confort y rendimiento se verán afectados de manera negativa.
Algunos de los síntomas que un ciclista tiene cuando no se ha realizado un estudio biomecánico con su bicicleta, son dolores articulares, cervicales y/o lumbares, manos adormecidas, pies fríos y dolores en la zona perineal siendo, en determinadas ocasiones, los desencadenantes de ciertas lesiones musculares e incluso crónicas si estas lesiones permanecen durante mucho tiempo.
Por lo tanto, no solo un estudio biomecánico evitará o eliminará los síntomas derivados de una mala postura como los anteriormente citados, sino que además incrementará el rendimiento pudiendo realizar actividades más largas y/o más intensas y a la vez, teniendo recuperaciones más rápidas debido a una menor fatiga en cada actividad.
Como habrás podido deducir, es necesario que todo ciclista visite un experto en biomecánica ciclista para realizarse un estudio con su bicicleta. Tanto si es nueva como si es de segunda mano, un estudio corregirá todos los problemas derivados de una mala posición en la bicicleta y evitará lesiones que muy a menudo aparecen después de muchas horas rodando con una mala configuración en la bicicleta.
Si ya te hicieron un estudio hace tiempo, es muy recomendable visitar al biomecánico al menos una vez al año para ajustar la configuración a tus nuevas características físicas, para revisar tus calas y sillín y para implementar los resultados de nuevos estudios que hayan aparecido en la comunidad de biomecánicos.
Si además tienes un objetivo deportivo a la vista y quieres prepararlo bien, el biomecánico puede configurar tu bicicleta para que progresivamente vayas adoptando una posición más agresiva a medida que vayas entrenando la flexibilidad y se vaya acercando tu objetivo. Dependerá de la distancia de la competición pero como norma general, entre tres y cuatro meses antes de la competición debe ser suficiente para adaptarte a los cambios e ir adaptando la configuración, si fuera necesario.
Sin duda, un biomecánico formado y cualificado te podrá modificar la posición en tu bicicleta, no obstante, es también necesario que el biomecánico practique el ciclismo de manera habitual, pues le dotará de una experiencia indispensable para corregirte mientras pedaleas en el estudio y puedas aprender de él.
— escrito por Oriol Palau (BioBikeFit) —