El título de este post me ha salido después de varias reflexiones durante meses, o temporadas, especialmente este año que me propuse entrenar lo que pudiera, darle de nuevo un poco más de prioridad al triatlón para intentar conseguir slot para Kona, a pesar de tener la prioridad nº 1 el trabajo y la 2º los estudios, sin dejar de lado la pareja y siempre respetando momentos del día para él y la casa.
El título refleja mis sentimientos contradictorios con este deporte. Me encanta competir en triatlón de larga distancia, y sin drafting, pero a la vez, es muy duro el día a día para conseguir una buena carrera.
Podría decir que me pasa desde que tuve mis mejores resultados (desde Ibiza 2015 o Ironcat 2016), que era justo antes de liarme con otra carrera, cuando dudaba en empezar fisioterapia o invertir un año más al triatlón, pensando que me hubiera gustado probar como “PRO” para poder estar al lado y competir junto a las mejores (no solo nivel nacional), y aún tengo días en que lo pienso, pero luego se disipa la idea, ya que es demasiada inversión de tiempo, dinero y salud.
Es bastante arriesgado para el poco aporte económico, que al final es lo que manda. A mi no me gusta mucho y me cuesta tener ayuda de marcas de material o nutrición, uno, porqué es difícil en este deporte y dos, porqué no me gusta estar obligada a hacer “spam” constantemente. Me encanta el triatlón, pero también me gusta invertir el tiempo libre en muchas otras cosas que quedan apartadas cuando se entrena tantas horas (por la falta de tiempo, por el cansancio que se arrastra cada día o por miedo a que influya negativamente en los entrenos), también me gusta trabajar y estudiar, que, por suerte, está relacionado con el deporte.
Creo que es necesario entrenar y competir en el deporte que practican quienes te “contratan”, por varias razones:
- Para experimentar lo que siente tanto un deportista que se inicia o uno élite
- Y porque muchos deportistas se fijan en los resultados competitivos a la hora de escoger entrenador, más que en los conocimientos.
Por esto me gusta combinar las dos cosas: estar al día en cuanto a conocimientos con formación continuada y competir a nivel “medio” para dar bombo en las redes sociales, entrenar para conseguir los objetivos, hacer malabares para encontrar hueco para entrenar y asesorar a l@s deportistas que están en situaciones similares, también competir en sitios diferentes para conocer pruebas que puedan hacer nuestr@s deportistas y así recomendar o dar mejores consejos.
La “lucha” por el SLOT de Kona era un objetivo meramente profesional, una gran inversión de energía, tiempo y dinero (como si fuera una formación) para tener una experiencia más en la liga de IM, y el espectáculo de Hawái.
Como deportista de GGEE, ya he dicho muchas veces que no me motiva, ya que seguramente si fuera PRO me gustaría luchar por ese objetivo y competir con las mejores del mundo, pero en GGEE hay un gran negocio detrás y una degradación de este bonito deporte de larga distancia, aunque gracias a esto los PROS pueden tener buenos premios y organizaciones.
La marca IRONMAN ha dado a conocer el triatlón a más gente y ha provocado que algunos se enganchen al triatlón o tengan una motivación para hacer deporte. Pero a la vez, y por el contrario, pienso que IM es uno de los grandes responsables de lo que está sufriendo el triatlón de larga distancia, metiendo a mucha gente en los circuitos, sin prácticamente limites de tiempo con lo que se atreve mucha gente a hacerlo (sin entrenar lo que toca, sin importarle las reglas, ansias por el slot a toda costa, etc.) y otras empresas están siguiendo el camino para llenarse los bolsillos, no para cuidar al deporte ni a los triatletas. Es una pena, por esto digo que IM Vitoria* va a ser mi último IM, pues ya el IM Vichy quería que fuera el último, pero quedarme tan cerca y la gente animándome a volver a intentarlo… pues piqué para el segundo asalto. Porque era este año o ningún otro. Ya que Hawái ‘19 nos vamos igual, y no quiero volver allí por mucho que lo disfrutemos, porque me gustaría ver muchos lugares en el mundo y con lo caro que es ir allí, quiero conocer otros sitios, culturas, paisajes…
* Para el segundo intento escogimos ir a Vitoria, no por el bajo nivel precisamente, sino por precio: proximidad viaje, alojamiento gratis con la furgo, etc.; y por la fecha: pasado exámenes, pero antes de agosto, para disfrutar del verano.
Este año ha sido muy duro. Por las asignaturas, por las prácticas, por el trabajo, por tirar adelante el T3 Team, por organizar la boda, por el poco tiempo disponible en general y por los gastos como autónoma. Muchos madrugones, pocos días sentándome a comer (suerte de los “tuppers” en medio de clase), pocas horas con la familia, siempre arrastrando algún dolor entrenando y compitiendo.
Por suerte, ha compensado bastante: no me quejo de falta de trabajo, me he sacado el 3r curso limpio y he subido al podio en cada competición (carreras, cicloturistas o triatlones), pero sobretodo ha compensado y he tenido buenos resultados por el equipo que hemos formado, no solo el T3 Team, si no por los compañeros de fatigas con los que me he rodeado (Joan Ramon, Miki, Oscar, Romain, Emilio, Lino, Manel, Quike, Alex,… ), todos nos hemos ayudado mutuamente, especialmente con Uri (que aunque parezca muy bonito entrenar con tu pareja, cuando te parece que solo haces esto, es duro), pero sin todos ellos no hubiera hecho ni la mitad de entrenos, por lo tanto les debo la temporada especialmente a ellos. Y sin Uri – BioBikeFit -, tampoco hubiera tenido esta bici ni el correspondiente mantenimiento o bikefittings.
Si todo va bien en los siguientes días, la gráfica hasta el 14 de Julio tendrá esta tendencia –>
En esta temporada ha predominado el sentimiento de “odio”, de entrenar porqué tocaba mas que por gusto, y estoy bastante cansada. Por esto necesito un respiro, necesito un año sin la obligación de entrenar, quiero ir a la montaña, quiero hacer carreras de pueblo, algún OL o MD sin ponerme presión, quiero hacer deporte sin dolor, quiero levantarme algún día sin despertador, quiero disfrutar de nuestra luna de miel, quiero acabar el grado sin tanto estrés y dedicar más tiempo a “mis” deportistas y al club, también empezar a coger experiencia como fisioterapeuta.
Así que nos vemos en los próximos triatlones, pero seguramente como supporter o participando con un peor estado de forma 😉
Pero antes… ¿KONA?
Viendo las inscritas y el único slot, lo veo muy muy difícil pero como dicen: “nothing is impossible” y lucharé para que esta inversión valga la pena.